El osito Winnie sufre hiperactividad y falta de atención, es obsesivo compulsivo, tiene tendencia a la obesidad y además podría desarrollar en el futuro el síndrome de Tourette, un trastorno neurológico que se caracteriza por tics y movimientos involuntarios, rápidos y repetidos.
Finalmente, el muchachito Christopher Robin se enfrenta a una crisis de identidad sexual, le falta una adecuada supervisión paterna y es preocupante que pase tanto tiempo hablando con animales.
Parece ser que muchos de nuestros héroes de la infancia no salen muy bien parados, ya que no es la primera vez que oigo algo similar. Así pues, hay gente que comenta que Pipi calzaslargas sufría Trastorno Bipolar, en cuyas fases de manía era capaz de levantar con una sola mano a su fiel caballo. O que la inocente Heidi era ciclotímica, ya que cambiaba constantemente su estado de humor en un mismo capítulo.
Tampoco es la primera vez que se oye hablar de la influencia de las películas de Disney en los roles de género, puesto que todos podemos ver como en la gran mayoría de películas la mujer está supeditada al hombre en muchos aspectos. ¿O ya ha desaparecido el cliché de la mujer que necesita a su "príncipe azul" para poder salir a delante? Cosas que dan que pensar...
Fuente: www.quemundo.com
Pero creo que casi todas las caricaturas padecen cosas de esas por eso son tan graciosas, ahora elpobre winnie de pooh lo ponemos como el bicho raro jejeje pobrecillo
ResponderEliminarjajajaja, no hombre no, no vamos a echar del país a Winnie jaja. simplemente era una visión de los dibujos animados... :)
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