Navidad, dulce navidad...

Nos acercamos a unas fechas en las que la paz, el amor, la bondad… flota en el ambiente, o eso se dice. Aunque en realidad, no es del todo cierto. No soy ni seré la primera ni la última persona a la que estas fechas no le recuerdan precisamente la bondad que hay en el mundo.

En esta sociedad consumista por excelencia, muchas veces se nos olvida lo realmente importante de estas fechas: compartir, amar, quererse por encima de todo. Nos centramos en gastar el poco dinero que nos queda en comprar muchas veces cosas absurdas e inútiles, que más que llenar nuestra alma, llenan nuestra casa.

Pero no es “oro” todo lo que reluce, por muy bonito que tenga el envoltorio, con muñequitos de nieve y un lazo enorme. En estas fechas la depresión y la tristeza por la falta de los seres queridos rondan en nuestra cabeza, y tratamos de “ahogar” esos pensamientos con regalos, con copiosas comidas o cenas y remojándolo todo con un poquito de champán.

No es algo nuevo que las navidades son una fecha estresante y difícil para mucha gente. Regalos, familia deseada e “indeseable” por todas partes, ajetreo, empachos, discusiones absurdas sobre quién paga los langostinos este año, nochevieja con sus fiestas VIP y su cotillón y turrón y más turrón a todas horas.

¿Por qué tenemos que comprar regalos para todos? ¿Porqué estar en una sala llena de familia que no veo durante el resto del año? ¿Porqué aguantar esos incesantes villancicos que rondan en cada esquina?  Vivamos nuestra vida a nuestra manera. Disfrutemos de todo esto, si es lo que nos hace felices. Pero si no es así, hagamos algo por cambiar los estereotipos, los rituales, las tradiciones.

Os insto a ser dueños de vuestra vida, a buscar lo que os hace felices realmente, sin miedo al qué dirán, y evitaremos todas esas incómodas situaciones navideñas que tantos dolores de cabeza reparten los reyes magos…

¿Nos vamos al caribe?... Desde donde sea, os deseo las mejores Navidades posibles a todos y que disfrutéis de los últimos momentos de este duro año. Pero sobre todo, os deseo un gran año próximo y que nuestra satisfacción se guíe por las buenas intenciones prometidas…